Para el marketing, las diversas cualidades de
los sonidos (tonos, ritmos, intensidades, volúmenes, entre otros) representan
elementos primordiales en los procesos que implican la transmisión de emociones
al cliente, el reconocimiento de marcas, posicionamiento, publicidad, venta
personal y marketing directo.
En múltiples investigaciones, ha demostrado
el poder que tienen los sonidos en la forma en que los consumidores perciben
las marcas. En sus experimentos a través del uso de equipos de escaneo
cerebral, ha determinado que existe relación entre los sonidos y la respuesta
emocional del individuo representada en sentimientos positivos o negativos.
Se auditivo |
Características:
El
efecto de la música en los puntos de ventas: Los “malos sonidos”, como la música inadecuada, los
ruidos de los acondicionadores de aire o los provocados por el sistema de
iluminación, provocan un fenómeno de contaminación auditiva que puede afectar
el estado de ánimo de los clientes (tanto a nivel consciente como
metaconsciente) alejándolos de un punto de ventas.
La diferencia entre oír y escuchar: La audición es, sin duda, un prerrequisito para que se establezca una buena comunicación entre una organización y sus clientes, por eso, en neuromarketing es muy importante la distinción entre oír (percibir los sonidos a través del oído) y escuchar (prestar atención a lo que se oye). Los publicistas conocen muy bien este tema, de hecho, la efectividad de los anuncios sin sonido en medio de una tanda no es una novedad.
Memoria auditiva: su importancia en neuromarketing: Tal como ocurre con las imágenes, texturas, aromas y sabores, los sonidos nos imponen la tarea de reconocerlos, catalogarlos, integrarlos y construir significados acerca de ellos y memorizarlos.
· La música clásica o la new age con características de tono, volumen, fuerza e instrumentación, provocan estados de ánimos positivos.
· La música con pocas alteraciones de ritmo y tono genera estados de calma en los que estructuras, como la amígdala, el hipocampo, la corteza frontal y el giro fusiforme se activan de manera considerable, generando estados de ánimo placenteros.
·La música con altas alteraciones de ritmo, tono y volumen genera estados anímicos no compatibles con la necesidad de que las personas se sientan a gusto en un lugar, ya que provocan sensaciones de rabia, tristeza o, directamente, neutras.
· La música con pocas alteraciones de ritmo y tono genera estados de calma en los que estructuras, como la amígdala, el hipocampo, la corteza frontal y el giro fusiforme se activan de manera considerable, generando estados de ánimo placenteros.
·La música con altas alteraciones de ritmo, tono y volumen genera estados anímicos no compatibles con la necesidad de que las personas se sientan a gusto en un lugar, ya que provocan sensaciones de rabia, tristeza o, directamente, neutras.
La diferencia entre oír y escuchar: La audición es, sin duda, un prerrequisito para que se establezca una buena comunicación entre una organización y sus clientes, por eso, en neuromarketing es muy importante la distinción entre oír (percibir los sonidos a través del oído) y escuchar (prestar atención a lo que se oye). Los publicistas conocen muy bien este tema, de hecho, la efectividad de los anuncios sin sonido en medio de una tanda no es una novedad.
Memoria auditiva: su importancia en neuromarketing: Tal como ocurre con las imágenes, texturas, aromas y sabores, los sonidos nos imponen la tarea de reconocerlos, catalogarlos, integrarlos y construir significados acerca de ellos y memorizarlos.
· La música clásica o la new age con características de tono, volumen, fuerza e instrumentación, provocan estados de ánimos positivos.
· La música con pocas alteraciones de ritmo y tono genera estados de calma en los que estructuras, como la amígdala, el hipocampo, la corteza frontal y el giro fusiforme se activan de manera considerable, generando estados de ánimo placenteros.
·La música con altas alteraciones de ritmo, tono y volumen genera estados anímicos no compatibles con la necesidad de que las personas se sientan a gusto en un lugar, ya que provocan sensaciones de rabia, tristeza o, directamente, neutras.
· La música con pocas alteraciones de ritmo y tono genera estados de calma en los que estructuras, como la amígdala, el hipocampo, la corteza frontal y el giro fusiforme se activan de manera considerable, generando estados de ánimo placenteros.
·La música con altas alteraciones de ritmo, tono y volumen genera estados anímicos no compatibles con la necesidad de que las personas se sientan a gusto en un lugar, ya que provocan sensaciones de rabia, tristeza o, directamente, neutras.
Música y lenguaje: En
neuromarketing, la música es, al igual que el lenguaje, un medio de
comunicación con el cliente.
Saber comprar es satisfacciòn |
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